domingo, 25 de octubre de 2015

Juego motor como estrategia metodológica

En entradas anteriores pudimos aprender la definición de juego, así como las características más destacadas del juego motor. Para le entrada de esta semana, vamos a proseguir con el juego motor, esta vez analizando y explicando de manera más amplia el esquema que encontramos en la página 78 de nuestro libro guía Didáctica de la Educación Física en la Educación Infantil. Dicho esquema comienza indicándonos que el juego motor se puede clasificar en dos modalidades, las cuales son:
  • Juego motor espontáneo sin intervención docente: como su propio nombre indica, esta modalidad consiste en que el alumno juegue de manera independiente, sin seguir unas pautas y/o directrices. El maestro debe dejar total libertad de juego en el aula, siempre teniendo en cuenta y respetando las normas de funcionamiento impuestas (cuidar el material, respetar a los compañeros, no gritar, etc.).
  • Juego motor dirigido con intervención docente: en esta modalidad de juego motor el docente va integrando en el funcionamiento de la clase una serie de pautas a seguir para realizar los juegos motores. Por ejemplo, si en el juego espontaneo proporcionamos aros a los alumnos, cada uno de ellos imaginará un juego diferente, una situación distinta al resto de compañeros, sin embargo en esta modalidad, el docente será quien diga qué imaginan que son los aros, y qué ejercicios o juegos ser harán con ellos. 

Ambas modalidades son importantes de aplicar en el aula, sin embargo debemos tener en cuenta siempre la edad de los alumnos con los que se trabaje, dado que a menor edad, el juego debe ser más espontaneo y conforme crecen los alumnos, se deben ir imponiendo pautas, reglas, condiciones dentro de los juegos que les ayuden a interactuar entre ellos de manera adecuada, dejando atrás la espontaneidad.

Siguiendo con el esquema que estamos ampliando, llegamos a la intersección que nos dice que el juego motor tiene una doble vertiente, primero como contenido de aprendizaje y segundo, como estrategia metodológica. La primera vertiente nos induce a entender el juego motor como un contenido de aprendizaje para el desarrollo de aspectos afectivos (emocionales) y sociales (sentimiento de pertenencia a un grupo de iguales, socialización, empatía, etc); mientras que la segunda se centra en definir el juego motor como la estrategia metodológica que ayuda e interviene en el desarrollo motor del alumno. Esta doble vertiente también la podemos apreciar en el siguiente mapa conceptual:

El juego motor, ya sea utilizado como estrategia metodológica, espontaneo o dirigido, siempre debe ser:
  • Motivador, que anime e involucre al niño en su actividad.
  • No buscar siempre el rendimiento absoluto en el alumno o, por el contrario, la competición y la victoria, todos deben saber ganar y perder.
  • Debe suponer un goce y un disfrute para el niño. Si el alumno no disfruta jugando, debemos buscar el factor que hace que falle.
  • Debe ser variado, no repetitivo, con variantes, diferentes situaciones que ayuden a desarrollar la imaginación del niño, etc.
  • Ser cooperativo para que todos participen y compartan la experiencia desde el lado positivo.
  • Permitir acceder a la globalidad del niño poniendo de manifiesto la dimensión corporal, cognitiva y afectivo social.

Para finalizar esta ampliación del mapa conceptual, debemos añadir que, como futuros docentes, debemos tener en cuenta una base de criterios para la selección y/o elaboración del juego motor en el aula, como son:
  • No realizar siempre las mismas formas de agrupamiento, debemos variar en parejas, juego individual, en grupos de cuatro o seis componentes, la mitad de los alumnos, etc. Este criterio, no sólo nos ayudara a realizar de forma más amena la clase, sino que al variar las formas de agrupamiento, nos permita observar el comportamiento social de los alumnos.
  • No debemos trabajar un solo contenido en clase, sino siempre interrelacionarlo con otros contenidos de la misma asignatura e incluso con las demás áreas como lengua, matemáticas, música, etc.
  • Se debe presentar una coherencia interna apropiada para el niño, teniendo en cuenta su desarrollo cognitivo y motor. Debemos dar respuesta a los diferentes ritmos de aprendizaje que encontremos en el aula.
  • Proporcionar el disfrute mientras se aprenden cosas nuevas.
  • Familiarizar a los niños con su entorno, comenzando por el más cercano que les rodea, hasta abrirles el mundo a sus ojos.
  • Permitir al niño apreciar el grado inicial de competencia.
  • Y por último, mantener una estructura de juego en la que primero se presente , luego los alumnos puedan desarrollar lo aprendido y finalmente, lo valoren. La valoración es un aspecto muy importante en el desarrollo de las sesiones ya que permitirá al docente conocer el grado de motivación de los alumnos, si lo pasan bien y les gusta lo que hacen, etc. 


"Lo más importante en los juegos no es la victoria sino participar en ellos. Así como en la vida lo más importante no es el triunfo, sino la lucha y el esfuerzo por conseguirlo."
Pierre de Coubertin.

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